03-01-2018, 11:49
(Última modificación: 03-01-2018, 12:06 por El mas buscado.)
Estas vacaciones de Nochevieja el Rover me volvió a dejar tirado (algún dia tengo que actualizar ese hilo ) y el seguro nos puso un coche de alquiler para contiuar el viaje. El seguro nos pagaba el primer día, y los otros dos los teníamos que pagar nosotros, pero como tocaban a poco entre mi madre y mis tias les pareció bien pagar los menos de 100€ que nos pedían.
La empresa de alquiler era Enterprise. El trato por parte de la empresa de alquiler fué genial, no se si porque veníamos del seguro o en general trabajan así. Pero me pidieron mi carnet de conducir y 150€ de fianza. Que devolviésemos el coche donde y cuando quisiéramos, con un combustible similar al que llevaba, y de la fianza ya nos descontarían los días extras. Y así fué, sin mayor problema. El depósito lo devolví un poco más vacio y los dias los cobraron un poco más baratos de lo que había dicho el chico que nos entregó el coche.
Tenían pocos coches en ese momento, y me dieron una Ford Galaxy que acababan de devolver, era el último modelo, acabado Titanium, 2.0 TDCI (desconozco la potencia) y automática. Le pregunté si no tenía otra cosa y me dijo que un Seat Leon, que obviamente se nos quedaba pequeño de maletero, asi que acepté la Galaxy. Luego en el pargking tenían un Insignia, pero imagino que ya estaría reservado. El estado del coche era muy bueno, por dentro no les había dado tiempo a limpiarlo pero tampoco estaba especialmente sucio, y por fuera se ve que lo lavaron antes de devolverlo. Contaba con unos 24.000kms. Defectos solamente tenía un raspón en el paragolpes trasero y un golpe en la puerta del copiloto. Ninguno de los dos constaban en el parte que me habían dado donde aparecía que el coche estaba impecable. Subí a decírselo al chico y me dijo que no me preocupase. A mi mé mosqueó, pero bueno, en el peor caso, no podían llevarse más de 50€ que sobraban de la fianza. Y la verdad es que a la hora de devolverlo ni los mencionaron.
Me subí al coche y lo típico de los coches modernos, por fuera parece gigante, por dentro no tanto (estás rodeado de plásticos y cosas), pero igualmente había espacio. Mis familiares desde luego ganaron con el cambio. Las "tres gordas" se pusieron atrás perfectamente cómodas, y mi mano pudo ir de copiloto durante todo el viaje. El maletero gigantesco, almenos en apariencia, porque dispone de mucho espacio vertical, pero realmente entró el mismo equpaje que en el Rover llegando hasta la altura de la "bandeja" (de lona retractil que realmente no sirve ni para tapar lo que hay en el maletero). Sin dicha bandeja se podrían haber amontonado muchas más maletas.
Lo primero de todo, ajustar el asiento, eléctrico. Para arriba, para abajo, me acerco el volante, ok, la postura de conducción es correcta. Si acaso los pedales un poco cerca, pues a una distancia correcta de los pedales me alejaba demasiado del salpicadero, pero bueno, para dos pedales que tiene, tampoco importa mucho. Segundo paso, apagar cosas. El coche tenía muchas historias, que si navegador que si pollas en vinagre. Mi mano no tardó mucho en encontrar la opción de apagar la pantalla del navegador, oculta por algún lugar del menú. ¡Pero ya podían ponerle un botón! Y luego en el cuadro también, veinte mil cosas. A la izquierda el tacómetro, a la derecha el velocímetro, y dentro de ellos un montón de polladas. Bueno, con ignorarlas será suficiente.
Inicié el viaje y bien, todo correcto, como cabría esperar de un coche moderno. A velocidades legales me podía echar una siesta mientras conducía, y sobre los 150 km/h empezaba a plantearme coger el volante con ambas manos. No andaba mucho, menos que mi Rover, o puede que igual pero transmitiendo mucho menos. Podía dar falsa sensación de velocidad cuando pisabas a fondo y reducía marchas, pero ni con esas, el coche andaba lo justo. Y con los kilómetros pudimos comprobar que tampoco gastaba apreciablemente menos que mi Rover, a pesar de ser diesel.
Desde casi el primer momento notaba algo raro, el volante vibraba cual joystick de la Playstation. ¿Estará roto ya, con apenas 25.000kms? Ya en la autovía me di cuenta de que dentro del velocímetro aparecía una silueta de coche con líneas de colores a los lados. En efecto, el coche tenía sensores de salida de línea o como se llamen, y no sabía como narices desactivarlos. En la autovía bueno, si ponías el intermitente al cambiar de carril dejaba de hacerlo, pero en carretera era un suplicio. ¡Narices, el que conduce soy yo, déjame trazar como me salga de los cojones! Por la noche buscando otra cosa, pude desactivar esta opción, lo cual me supuso un descanso, también para la vista pues me despejó un poco el cuadro de instrumentos. A raiz de esto trasteé un poco y pude quitar también el ordenador de abordo que aparecía dentro del tacógrafo. Por fin tuve el cuadro despejado.
Otra cosa que me tocaba mucho las narices era el maldito start-stop. Por suerte casi no hice nada de urbano, y me percaté de que si el freno lo pisaba solo con suavidad a la hora de detener el coche no se paraba. Pero los tiempos de enfriamiento y calentamiento del motor por el forro de los cojones. Llegar de hacer 500 kilómetros de autovía a 150 y que nada más salir a la gasolinera a repostar el motor se pare... ¡ole tú! Porque era un coche de alquiler y me la traía un poco floja, pero si el coche fuese mio no lo soportaría. Y la situación opuesta, arrancamos por la mañana a 2ºC ambientales, esperé unos minutos y desplacé lentamente el coche a la puerta del hotel. El coche todavía estaba frio, ya penas lo moví 100 metros muy despacito. Mi intención era dejarlo arrancado mientras cargaban el equipaje para que se fuera calentando, pero no había manera, el coche insistía en apagarse. La única forma que tuve de mantenerlo arrancado fué tenerlo acelerado...
Un dia se puso a llover, supuse que tendría sensor de lluvía... pues no, no detecta que llueve. Vale, pongo el limpiaparabrisas en velocidad intermitente. Se mueve una vez, espera, se mueve otra, y se para... se para... se para... Vale, veo que tiene un ajuste de velocidad. Lo pongo a tope y sigue parado. ¡A la mierda! Lo quito y le voy dando un toque cuando me hace falta, hasta que la lluvia es suficientemente intensa para ponerlo constante. ¿Que coño es esto? El sensor de lluvia de mi Xantia del 2000 es mil veces más preciso.
Voy a romper una lanza a su favor, hubo una cosa que sí que me gustó. El sensor de las luces de carretera. Iba muy muy bien, detectaba muy rápidamente cuando aparecía un coche de frente, más de lo que yo podría hacerlo, aunque era un poco lento para volver a ponerlas, pero nada exagerado. Siempre me ha resultado muy engorroso andar poniendo y quitando las largas, pero de esta forma era muy cómodo. Lo que no era tan cómodo ya es en autovía... ¡no necesito las largas en autovía! Hasta que conseguí desactivarlo (que fué cuando quité los sensores de líneas laterales) pasaron varios kilómetros dando ráfagas y encendido y apagando cada vez a través de la mediana veía un atisbo de luz del carril contrario. Conclusión: está muy bien, pero solo en carreteras secundarias.
Por la noche, la iluminación interior del habitáculo constaba de la retroiluminación de los botones, y una iluminación ténue dentro de las manetas de las puertas y en los pies de conductor y copiloto. Era un color azul verdoso, muy bonito, pero ni a mi mano ni a mí nos terminó de gustar el ambiente que creaba. Parecía que íbamos en una nave espacial o algo así. Para mi gusto mucho mejor una luz amarillenta o anaranjada, en cualquier caso cálida, que haga el interior acogedor.
Para acabar, lo que más me alucinó de todo y que ni yo ni ninguno de los ocupantes llegamos a comprender en todo el viaje, fué una advertencía que aparecía en el tacómetro y decía "Advertencia, conductor cansado, descanse", todo acompañado de una campanita. Primero sale en naranja, y si la ignoras (siempre la he ignorado) al rato te vuelve a salir en rojo y más fuerte. Y así sucesivamente cada cierto espacio de tiempo. No encontré forma de desactivar esta mierda, ni tampoco entendí en que coño se basaba para decir que estaba cansado. Me lo decía igual llevase 15 minutos conduciendo que 3 horas. Daba igual si llevaba las dos manos en el volante o solo una, no importaba si iba a 150 acelerando o legal a velocidad constante, no le importaba si me mantenía en las lineas o las cruzaba a mi bola. Muy despierto, o bostezando, charlando o en silencio, ¡DABA TOTALMENTE IGUAL! El maldito aviso saltaba siempre. Cada vez que saltaba era ya un cachondeo en el coche, todo risas.
¿Alguien puede explicarme en que se basa esta mierda de tecnología?
Y poco más que contar, no se si hice alguna foto, mi mano seguramente si. Si aparece alguna la subiré. La matrícula del coche empezaba por 44 , y le hice unos 1800kms, con una media global de 7,2 l/100km, poque los últimos 600 kilómetros o así los hice flanders total, pues no había prisa y me propuse hacerle consumos. Esos kilómetros quedó en 5,1 litros, con bastante esfuerzo, y antes de eso andaba por encima de los 8. En ningún momento usé el control de velocidad. Lo puse tal vez unos 20 kilómetros por probarlo, y ví que el consumo subía notablemente (en el Mazda 3 de mi mano no es tan exagerado) y leches, para dos cosas que tengo que hacer, que es acelerar y girar, no voy a ser vago...
En general, el viaje estuvo bien. Yo personalmente habría preferido mil veces conducir mi Rover, pero es cierto que mis pasajeros fueron más cómodos con diferencia en la Galaxy, y que al fin y al cabo fué una nueva experiencia.
Edito con la única foto que hice:
La empresa de alquiler era Enterprise. El trato por parte de la empresa de alquiler fué genial, no se si porque veníamos del seguro o en general trabajan así. Pero me pidieron mi carnet de conducir y 150€ de fianza. Que devolviésemos el coche donde y cuando quisiéramos, con un combustible similar al que llevaba, y de la fianza ya nos descontarían los días extras. Y así fué, sin mayor problema. El depósito lo devolví un poco más vacio y los dias los cobraron un poco más baratos de lo que había dicho el chico que nos entregó el coche.
Tenían pocos coches en ese momento, y me dieron una Ford Galaxy que acababan de devolver, era el último modelo, acabado Titanium, 2.0 TDCI (desconozco la potencia) y automática. Le pregunté si no tenía otra cosa y me dijo que un Seat Leon, que obviamente se nos quedaba pequeño de maletero, asi que acepté la Galaxy. Luego en el pargking tenían un Insignia, pero imagino que ya estaría reservado. El estado del coche era muy bueno, por dentro no les había dado tiempo a limpiarlo pero tampoco estaba especialmente sucio, y por fuera se ve que lo lavaron antes de devolverlo. Contaba con unos 24.000kms. Defectos solamente tenía un raspón en el paragolpes trasero y un golpe en la puerta del copiloto. Ninguno de los dos constaban en el parte que me habían dado donde aparecía que el coche estaba impecable. Subí a decírselo al chico y me dijo que no me preocupase. A mi mé mosqueó, pero bueno, en el peor caso, no podían llevarse más de 50€ que sobraban de la fianza. Y la verdad es que a la hora de devolverlo ni los mencionaron.
Me subí al coche y lo típico de los coches modernos, por fuera parece gigante, por dentro no tanto (estás rodeado de plásticos y cosas), pero igualmente había espacio. Mis familiares desde luego ganaron con el cambio. Las "tres gordas" se pusieron atrás perfectamente cómodas, y mi mano pudo ir de copiloto durante todo el viaje. El maletero gigantesco, almenos en apariencia, porque dispone de mucho espacio vertical, pero realmente entró el mismo equpaje que en el Rover llegando hasta la altura de la "bandeja" (de lona retractil que realmente no sirve ni para tapar lo que hay en el maletero). Sin dicha bandeja se podrían haber amontonado muchas más maletas.
Lo primero de todo, ajustar el asiento, eléctrico. Para arriba, para abajo, me acerco el volante, ok, la postura de conducción es correcta. Si acaso los pedales un poco cerca, pues a una distancia correcta de los pedales me alejaba demasiado del salpicadero, pero bueno, para dos pedales que tiene, tampoco importa mucho. Segundo paso, apagar cosas. El coche tenía muchas historias, que si navegador que si pollas en vinagre. Mi mano no tardó mucho en encontrar la opción de apagar la pantalla del navegador, oculta por algún lugar del menú. ¡Pero ya podían ponerle un botón! Y luego en el cuadro también, veinte mil cosas. A la izquierda el tacómetro, a la derecha el velocímetro, y dentro de ellos un montón de polladas. Bueno, con ignorarlas será suficiente.
Inicié el viaje y bien, todo correcto, como cabría esperar de un coche moderno. A velocidades legales me podía echar una siesta mientras conducía, y sobre los 150 km/h empezaba a plantearme coger el volante con ambas manos. No andaba mucho, menos que mi Rover, o puede que igual pero transmitiendo mucho menos. Podía dar falsa sensación de velocidad cuando pisabas a fondo y reducía marchas, pero ni con esas, el coche andaba lo justo. Y con los kilómetros pudimos comprobar que tampoco gastaba apreciablemente menos que mi Rover, a pesar de ser diesel.
Desde casi el primer momento notaba algo raro, el volante vibraba cual joystick de la Playstation. ¿Estará roto ya, con apenas 25.000kms? Ya en la autovía me di cuenta de que dentro del velocímetro aparecía una silueta de coche con líneas de colores a los lados. En efecto, el coche tenía sensores de salida de línea o como se llamen, y no sabía como narices desactivarlos. En la autovía bueno, si ponías el intermitente al cambiar de carril dejaba de hacerlo, pero en carretera era un suplicio. ¡Narices, el que conduce soy yo, déjame trazar como me salga de los cojones! Por la noche buscando otra cosa, pude desactivar esta opción, lo cual me supuso un descanso, también para la vista pues me despejó un poco el cuadro de instrumentos. A raiz de esto trasteé un poco y pude quitar también el ordenador de abordo que aparecía dentro del tacógrafo. Por fin tuve el cuadro despejado.
Otra cosa que me tocaba mucho las narices era el maldito start-stop. Por suerte casi no hice nada de urbano, y me percaté de que si el freno lo pisaba solo con suavidad a la hora de detener el coche no se paraba. Pero los tiempos de enfriamiento y calentamiento del motor por el forro de los cojones. Llegar de hacer 500 kilómetros de autovía a 150 y que nada más salir a la gasolinera a repostar el motor se pare... ¡ole tú! Porque era un coche de alquiler y me la traía un poco floja, pero si el coche fuese mio no lo soportaría. Y la situación opuesta, arrancamos por la mañana a 2ºC ambientales, esperé unos minutos y desplacé lentamente el coche a la puerta del hotel. El coche todavía estaba frio, ya penas lo moví 100 metros muy despacito. Mi intención era dejarlo arrancado mientras cargaban el equipaje para que se fuera calentando, pero no había manera, el coche insistía en apagarse. La única forma que tuve de mantenerlo arrancado fué tenerlo acelerado...
Un dia se puso a llover, supuse que tendría sensor de lluvía... pues no, no detecta que llueve. Vale, pongo el limpiaparabrisas en velocidad intermitente. Se mueve una vez, espera, se mueve otra, y se para... se para... se para... Vale, veo que tiene un ajuste de velocidad. Lo pongo a tope y sigue parado. ¡A la mierda! Lo quito y le voy dando un toque cuando me hace falta, hasta que la lluvia es suficientemente intensa para ponerlo constante. ¿Que coño es esto? El sensor de lluvia de mi Xantia del 2000 es mil veces más preciso.
Voy a romper una lanza a su favor, hubo una cosa que sí que me gustó. El sensor de las luces de carretera. Iba muy muy bien, detectaba muy rápidamente cuando aparecía un coche de frente, más de lo que yo podría hacerlo, aunque era un poco lento para volver a ponerlas, pero nada exagerado. Siempre me ha resultado muy engorroso andar poniendo y quitando las largas, pero de esta forma era muy cómodo. Lo que no era tan cómodo ya es en autovía... ¡no necesito las largas en autovía! Hasta que conseguí desactivarlo (que fué cuando quité los sensores de líneas laterales) pasaron varios kilómetros dando ráfagas y encendido y apagando cada vez a través de la mediana veía un atisbo de luz del carril contrario. Conclusión: está muy bien, pero solo en carreteras secundarias.
Por la noche, la iluminación interior del habitáculo constaba de la retroiluminación de los botones, y una iluminación ténue dentro de las manetas de las puertas y en los pies de conductor y copiloto. Era un color azul verdoso, muy bonito, pero ni a mi mano ni a mí nos terminó de gustar el ambiente que creaba. Parecía que íbamos en una nave espacial o algo así. Para mi gusto mucho mejor una luz amarillenta o anaranjada, en cualquier caso cálida, que haga el interior acogedor.
Para acabar, lo que más me alucinó de todo y que ni yo ni ninguno de los ocupantes llegamos a comprender en todo el viaje, fué una advertencía que aparecía en el tacómetro y decía "Advertencia, conductor cansado, descanse", todo acompañado de una campanita. Primero sale en naranja, y si la ignoras (siempre la he ignorado) al rato te vuelve a salir en rojo y más fuerte. Y así sucesivamente cada cierto espacio de tiempo. No encontré forma de desactivar esta mierda, ni tampoco entendí en que coño se basaba para decir que estaba cansado. Me lo decía igual llevase 15 minutos conduciendo que 3 horas. Daba igual si llevaba las dos manos en el volante o solo una, no importaba si iba a 150 acelerando o legal a velocidad constante, no le importaba si me mantenía en las lineas o las cruzaba a mi bola. Muy despierto, o bostezando, charlando o en silencio, ¡DABA TOTALMENTE IGUAL! El maldito aviso saltaba siempre. Cada vez que saltaba era ya un cachondeo en el coche, todo risas.
¿Alguien puede explicarme en que se basa esta mierda de tecnología?
Y poco más que contar, no se si hice alguna foto, mi mano seguramente si. Si aparece alguna la subiré. La matrícula del coche empezaba por 44 , y le hice unos 1800kms, con una media global de 7,2 l/100km, poque los últimos 600 kilómetros o así los hice flanders total, pues no había prisa y me propuse hacerle consumos. Esos kilómetros quedó en 5,1 litros, con bastante esfuerzo, y antes de eso andaba por encima de los 8. En ningún momento usé el control de velocidad. Lo puse tal vez unos 20 kilómetros por probarlo, y ví que el consumo subía notablemente (en el Mazda 3 de mi mano no es tan exagerado) y leches, para dos cosas que tengo que hacer, que es acelerar y girar, no voy a ser vago...
En general, el viaje estuvo bien. Yo personalmente habría preferido mil veces conducir mi Rover, pero es cierto que mis pasajeros fueron más cómodos con diferencia en la Galaxy, y que al fin y al cabo fué una nueva experiencia.
Edito con la única foto que hice:
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Opel Vectra 1.7TD -->
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