20-02-2018, 15:00
DIVERTIDO, BONITO, RÁPIDO, BARATO
Nacido como la variante más prestacional y bárbara del exitoso e inolvidable 206, el RC supuso el cúlmen al éxito comercial del utilitario galo. Situado por encima del 206 GTI “normal”, se ofrecía con 180 caballos, gracias a numerosos retoques de su motor de dos litros de cilindrada, que incluían un resonador Helmholtz, una culata codesarrollada con Cosworth, y un sistema de distribución variable.
En su momento vivió a la sombra del Clio RS de la época (el 182 caballos) que ofrecía una “chicha” similar, y una dinámica de conducción algo distinta. Con el chasis cup el Renault se llevaba, probablemente, más elogios, aunque el 206 RC tampoco desmerecía.
No brilló en el mercado en su momento con ventas espectaculares, pero la realidad es que era una propuesta muy, muy interesante. Vamos a hablarte de él, porque ahora mismo se encuentran en un punto “dulce” de precio.
Diseño
Arrancando por la estética, te contaremos que por fuera el coche era prácticamente idéntico a un 206 GTI “normal”. Cambiaba en aspectos como las llantas, preciosas y grandes, pero extremadamente blandas. Calzaban gomas en 17 pulgadas, con neumáticos de perfil bajo, y daban algo de guerra yendo rápido y pillando baches (un servidor las dobló y tuvo que mandar a reparar en tres ocasiones distintas).
Los anchos de vía delantero y trasero eran ligeramente superiores a sus hermanos de gama, la altura del coche estaba rebajada, los retrovisores llevaban una carcasa imitación “fibra de carbono” (mala imitación, por cierto), mientras el paragolpes delantero contaba con la boca más grande de las versiones prestacionales.
La trasera estaba caracterizada por su doble cola de escape y silencioso atravesado tras el tren posterior, mientras que el alerón sobre el capó del maletero era doble.
Por dentro el coche contaba con unos asientos “tipo bacquet”, que se siguieron usando en PSA, y que sujetan el cuerpo a las mil maravillas, con alcántara y una malla muy simpática como materiales principales.
El cuadro de relojes era propio del modelo, con detalles muy cuidados en cuanto a temperatura de aceite y nivel del mismo integrados, para controlar mejor el esfuerzo al que sometías al pequeño 206 RC.
Técnicamente hablando, ya te hemos comentado la joya del coche: el motor 2.0 atmosférico, con 180 caballos, distribución variable, resonador, y un cuidado tratamiento de gases. Estaba asociado a una corta caja de cambios de cinco velocidades (en autopista se echaba de menos una de seis…).
A nivel de bastidor, el coche iba mucho más bajo y rígido que el 206 GTI “normal”. El tren trasero contaba con dos brazos transversales de refuerzo para que el puente de brazos tirados unido por barras torsionales tuviera mejor comportamiento ante grandes cargas laterales, sin modificar la trayectoria marcada por el volante.
Conducción
Me pongo un poco a nivel personal para decirte que si un servidor compró este coche fue por su manera de moverse. Al montarte descubres una dirección con bastante peso, poca asistencia, vamos. En asfaltos perfectamente cuidados, tienes un coche muy duro, que sigue con precisión la trayectoria que le marca el volante, y al mismo tiempo es capaz de descolocar la trazada cuando ahuecas el pedal del acelerador en pleno apoyo, para ayudarte a redondear las curvas.
El agarre está condicionado por las gomas Pirelli que aconseja el fabricante (unas desarrolladas específicamente para el mismo, que fueron cambiadas por unas PZero Nero), que no agarran todo lo que podría soportar esta máquina (unas Pilot Sport 3 funcionan mucho mejor en este aspecto y son las recomendables).
El motor tiene una entrega de potencia que dobla funciones: tiene par en baja, se siente lleno, y tiene pegada arriba, con ganas de estirarse hasta las siete mil vueltas de la zona roja, todo rodeado de un agradable sonido mecánico, mezcla de admisión y escape.
La dirección no es extremadamente rápida, pero sí resulta precisa, y lo que es más importante, comunica algo al conductor acerca del agarre restante en las ruedas delanteras. Los frenos son potentes y dosificables, y tienes ESP para salvaguardarte las espaldas si te pasas de tus límites y no estás dispuesto a jugar con el contravolante.
¿Las pegas? Las hay. Es un coche que va tan rígido de suspensión que en uso común y diario, cuando hay baches, agujeros, desigualdades en el asfalto, las hace notar moviendo a los pasajeros y sacudiéndolos. Es ruidoso, marcado por la caja de cambios, que carece de una sexta marcha de desahogo.
Y siguiendo con la caja de cambios, su precisión es… discutible. Como “buena” caja de cambios Peugeot, deja bastante que desear en recorridos y tacto. Te puedes acostumbrar a ella, pero es el detalle menos destacable del coche, con gran diferencia.
El agarre del tren delantero tal vez eche algo en falta un diferencial autoblocante (puedes comprar uno a Quaife e instalarlo), puesto que exigiendo todo el par que hay en el motor, puedes hacer perder rueda.
La posición de conducción es… peculiar. Recuerda a un coche italiano en tanto en cuanto vas con los brazos estirados y las piernas encogidas si quieres estar adecuadamente sentado. El punta tacón se puede hacer gracias al posicionamiento de los pedales.
En uso de diario, el maletero es más que capaz, como en cualquier 206. Las plazas traseras no son ninguna maravilla, pero puedes llevar a dos adultos allí sin problemas, o meter una sillita Isofix. El gasto de combustible puede rondar los ocho litros y medio en conducción combinada, si no vas todo el rato al corte. Aunque puede superar fácilmente los 10 si te dedicas a irte “de tramo” los fines de semana.
Cosas a mirar y revisar
Reconozcamos que el 206 no es “el mejor coche fabricado por Peugeot” en cuanto a fiabilidad. Si te dispones a comprar uno, tendrás que revisar atentamente el estado de los componentes eléctricos y electrónicos, pues suelen dar bastantes quebraderos de cabeza.
Comprueba que el climatizador funciona, que las agujas del cuadro hacen cosas “normales” y no vibran, que el cierre centralizado y la iluminación funcionan adecuadamente. Los elevalunas, el display superior de la radio en el centro del habitáculo… Cualquier problema electrónico de este tipo puede suponer un lío a la hora de subsanarlo, aunque no afecte a la conducción.
Conclusiones
Aunque tiene sus pegas, como casi todos los coches, el 206 RC es uno de esos coches que te sacan sonrisas a la hora de conducirlos. Es rápido, y su puesta a punto te permite jugar con su trasera, redondear curvas, practicar el punta tacón… El sonido de motor y la estética resultan atractivos, y los asientos son muy cómodos.
Es el mejor 206 jamás fabricado, y aunque ahora mismo pase por modelo un poco olvidado, seguro que con los años recibe la atención que se merece. Podría ser mejor, pero si quieres un utilitario deportivo y económico, ésta es una apuesta más que sensata.
FICHA Y DATOS TÉCNICOS
Peugeot 206 RC
MOTOR
Cuatro cilindros delantero transversal por delante del eje frontal. Dos litros de desplazamiento, culata en aleación de aluminio, bloque en aleación de aluminio. Aspiración atmosférica con colector de admisión en aluminio con resonador Helmholtz y geometría de admisión variable. Cuatro válvulas por cilindro con distribución fija e inyección indirecta.
Relación de compresión 11:1, cotas de 85x88 (diámetro por carrera en milímetros).
RENDIMIENTO
Potencia máxima: 177 caballos a 7.000 rpm
Par máximo: 202 Nm a 4.750 rpm
TRANSMISIÓN
Tracción delantera, caja de cambios manual de cinco relaciones con diferencial abierto convencional.
DIMENSIONES Y PESOS
Largo por ancho por alto, en milímetros: 3.835 x 1.673 x 1.428
Batalla: 2.442 mm
Peso: 1.159 kg
Relación peso potencia de 6,55 kg por caballo
DATOS PRESTACIONALES
Aceleración 0 a 100 en 7,4 segundos
Recuperación 80 a 120 km/h más rápida posible en 5,3 segundos
Velocidad punta de 220 km/h
CONSUMOS
Consumo medio homologado de 8,6 litros cada 100 km
Consumo medio real de 9,5 litros cada 100 km
Nacido como la variante más prestacional y bárbara del exitoso e inolvidable 206, el RC supuso el cúlmen al éxito comercial del utilitario galo. Situado por encima del 206 GTI “normal”, se ofrecía con 180 caballos, gracias a numerosos retoques de su motor de dos litros de cilindrada, que incluían un resonador Helmholtz, una culata codesarrollada con Cosworth, y un sistema de distribución variable.
En su momento vivió a la sombra del Clio RS de la época (el 182 caballos) que ofrecía una “chicha” similar, y una dinámica de conducción algo distinta. Con el chasis cup el Renault se llevaba, probablemente, más elogios, aunque el 206 RC tampoco desmerecía.
No brilló en el mercado en su momento con ventas espectaculares, pero la realidad es que era una propuesta muy, muy interesante. Vamos a hablarte de él, porque ahora mismo se encuentran en un punto “dulce” de precio.
Diseño
Arrancando por la estética, te contaremos que por fuera el coche era prácticamente idéntico a un 206 GTI “normal”. Cambiaba en aspectos como las llantas, preciosas y grandes, pero extremadamente blandas. Calzaban gomas en 17 pulgadas, con neumáticos de perfil bajo, y daban algo de guerra yendo rápido y pillando baches (un servidor las dobló y tuvo que mandar a reparar en tres ocasiones distintas).
Los anchos de vía delantero y trasero eran ligeramente superiores a sus hermanos de gama, la altura del coche estaba rebajada, los retrovisores llevaban una carcasa imitación “fibra de carbono” (mala imitación, por cierto), mientras el paragolpes delantero contaba con la boca más grande de las versiones prestacionales.
La trasera estaba caracterizada por su doble cola de escape y silencioso atravesado tras el tren posterior, mientras que el alerón sobre el capó del maletero era doble.
Por dentro el coche contaba con unos asientos “tipo bacquet”, que se siguieron usando en PSA, y que sujetan el cuerpo a las mil maravillas, con alcántara y una malla muy simpática como materiales principales.
El cuadro de relojes era propio del modelo, con detalles muy cuidados en cuanto a temperatura de aceite y nivel del mismo integrados, para controlar mejor el esfuerzo al que sometías al pequeño 206 RC.
Técnicamente hablando, ya te hemos comentado la joya del coche: el motor 2.0 atmosférico, con 180 caballos, distribución variable, resonador, y un cuidado tratamiento de gases. Estaba asociado a una corta caja de cambios de cinco velocidades (en autopista se echaba de menos una de seis…).
A nivel de bastidor, el coche iba mucho más bajo y rígido que el 206 GTI “normal”. El tren trasero contaba con dos brazos transversales de refuerzo para que el puente de brazos tirados unido por barras torsionales tuviera mejor comportamiento ante grandes cargas laterales, sin modificar la trayectoria marcada por el volante.
Conducción
Me pongo un poco a nivel personal para decirte que si un servidor compró este coche fue por su manera de moverse. Al montarte descubres una dirección con bastante peso, poca asistencia, vamos. En asfaltos perfectamente cuidados, tienes un coche muy duro, que sigue con precisión la trayectoria que le marca el volante, y al mismo tiempo es capaz de descolocar la trazada cuando ahuecas el pedal del acelerador en pleno apoyo, para ayudarte a redondear las curvas.
El agarre está condicionado por las gomas Pirelli que aconseja el fabricante (unas desarrolladas específicamente para el mismo, que fueron cambiadas por unas PZero Nero), que no agarran todo lo que podría soportar esta máquina (unas Pilot Sport 3 funcionan mucho mejor en este aspecto y son las recomendables).
El motor tiene una entrega de potencia que dobla funciones: tiene par en baja, se siente lleno, y tiene pegada arriba, con ganas de estirarse hasta las siete mil vueltas de la zona roja, todo rodeado de un agradable sonido mecánico, mezcla de admisión y escape.
La dirección no es extremadamente rápida, pero sí resulta precisa, y lo que es más importante, comunica algo al conductor acerca del agarre restante en las ruedas delanteras. Los frenos son potentes y dosificables, y tienes ESP para salvaguardarte las espaldas si te pasas de tus límites y no estás dispuesto a jugar con el contravolante.
¿Las pegas? Las hay. Es un coche que va tan rígido de suspensión que en uso común y diario, cuando hay baches, agujeros, desigualdades en el asfalto, las hace notar moviendo a los pasajeros y sacudiéndolos. Es ruidoso, marcado por la caja de cambios, que carece de una sexta marcha de desahogo.
Y siguiendo con la caja de cambios, su precisión es… discutible. Como “buena” caja de cambios Peugeot, deja bastante que desear en recorridos y tacto. Te puedes acostumbrar a ella, pero es el detalle menos destacable del coche, con gran diferencia.
El agarre del tren delantero tal vez eche algo en falta un diferencial autoblocante (puedes comprar uno a Quaife e instalarlo), puesto que exigiendo todo el par que hay en el motor, puedes hacer perder rueda.
La posición de conducción es… peculiar. Recuerda a un coche italiano en tanto en cuanto vas con los brazos estirados y las piernas encogidas si quieres estar adecuadamente sentado. El punta tacón se puede hacer gracias al posicionamiento de los pedales.
En uso de diario, el maletero es más que capaz, como en cualquier 206. Las plazas traseras no son ninguna maravilla, pero puedes llevar a dos adultos allí sin problemas, o meter una sillita Isofix. El gasto de combustible puede rondar los ocho litros y medio en conducción combinada, si no vas todo el rato al corte. Aunque puede superar fácilmente los 10 si te dedicas a irte “de tramo” los fines de semana.
Cosas a mirar y revisar
Reconozcamos que el 206 no es “el mejor coche fabricado por Peugeot” en cuanto a fiabilidad. Si te dispones a comprar uno, tendrás que revisar atentamente el estado de los componentes eléctricos y electrónicos, pues suelen dar bastantes quebraderos de cabeza.
Comprueba que el climatizador funciona, que las agujas del cuadro hacen cosas “normales” y no vibran, que el cierre centralizado y la iluminación funcionan adecuadamente. Los elevalunas, el display superior de la radio en el centro del habitáculo… Cualquier problema electrónico de este tipo puede suponer un lío a la hora de subsanarlo, aunque no afecte a la conducción.
Conclusiones
Aunque tiene sus pegas, como casi todos los coches, el 206 RC es uno de esos coches que te sacan sonrisas a la hora de conducirlos. Es rápido, y su puesta a punto te permite jugar con su trasera, redondear curvas, practicar el punta tacón… El sonido de motor y la estética resultan atractivos, y los asientos son muy cómodos.
Es el mejor 206 jamás fabricado, y aunque ahora mismo pase por modelo un poco olvidado, seguro que con los años recibe la atención que se merece. Podría ser mejor, pero si quieres un utilitario deportivo y económico, ésta es una apuesta más que sensata.
FICHA Y DATOS TÉCNICOS
Peugeot 206 RC
MOTOR
Cuatro cilindros delantero transversal por delante del eje frontal. Dos litros de desplazamiento, culata en aleación de aluminio, bloque en aleación de aluminio. Aspiración atmosférica con colector de admisión en aluminio con resonador Helmholtz y geometría de admisión variable. Cuatro válvulas por cilindro con distribución fija e inyección indirecta.
Relación de compresión 11:1, cotas de 85x88 (diámetro por carrera en milímetros).
RENDIMIENTO
Potencia máxima: 177 caballos a 7.000 rpm
Par máximo: 202 Nm a 4.750 rpm
TRANSMISIÓN
Tracción delantera, caja de cambios manual de cinco relaciones con diferencial abierto convencional.
DIMENSIONES Y PESOS
Largo por ancho por alto, en milímetros: 3.835 x 1.673 x 1.428
Batalla: 2.442 mm
Peso: 1.159 kg
Relación peso potencia de 6,55 kg por caballo
DATOS PRESTACIONALES
Aceleración 0 a 100 en 7,4 segundos
Recuperación 80 a 120 km/h más rápida posible en 5,3 segundos
Velocidad punta de 220 km/h
CONSUMOS
Consumo medio homologado de 8,6 litros cada 100 km
Consumo medio real de 9,5 litros cada 100 km