04-10-2018, 11:26
Ya había comentado que la comisión había planteado una rebaja muy importante de las emisiones medias de CO2 de los fabricantes de vehículos para 2030 y que el valor definitivo saldría de la votación del Parlamento Europeo de principios de octubre.
Esta votación se produjo ayer y tuvo como resultado, que si bien no se va a llegar al máximo más ambicioso planteado, tampoco se va a quedar cerca de las tesis más conservadoras pretendidas por la industria.
Definitivamente, los fabricantes en 2030, tendrán que haber reducido sus emisiones de CO2 en un 40% respecto a las declaradas en el año 2021, marcándose un punto intermedio para el año 2025 del 30% de reducción. Queda por tanto, más cerca del 45% que pretendía el bloque ecologista del parlamento, que del 30% deseado por la industria del motor, fundamentalmente defendido por Alemania cuyos fabricantes serán los que se verán más afectados por estas normas, al tener los coches más contaminantes del mercado.
Al mismo tiempo, se ha aprobado que en 2025 el 20% de los modelos ofertados por las marcas, han de emitir menos de 50 gramos de CO2 y en 2030 este porcentaje ha de ser del 30%. Recuerdo, que se trata de reducir el porcentaje de emisiones medias que para 2021 de 95 gramos. Es decir, que para 2030 las emisiones medias deberán estar por debajo de los 57 gramos de CO2, por lo que podrá seguir habiendo coches térmicos, pero las marcas tendrán que tener coches eléctricos e híbridos enchufables para que las emisiones queden por debajo de ese valor. Habrá un tope de emisiones y multas para los que no cumplan, imagino que como ahora que hay que pagar por cada gramo de exceso multiplicado por el número de coches vendidos.
Os recuerdo cómo va el tema en general. A partir de 2021 cada gramo que de media, exceda cada grupo industrial, estará sancionado con 95 € y multiplicado por el número de coches que hayan vendido en Europa. Imaginemos un grupo con 1 millon de ventas que emita 105 gramos, pues pagará 10 gramos de exceso x 95 € x 1.000.000 = 950.000.000 €.
Hay modificadores, que irán cambiando año a año hasta desaparecer, por los que fundamente la presencia de híbridos enchufables y sobre todo eléctricos, tendrán más peso. Por ejemplo 5 vehículos de los cuales 1 es eléctrico, se contará la media de 4 térmicos + 1 eléctrico + 1 bonus, es decir la media se dividirá entre 6, no entre 5 resultando más favorable.
Estas medidas afectan también a los industriales ligeros, aunque contarán con unas emisiones más altas de base, de 147 gramos en 2021 para a partir de ahí, tener que cumplir las mismas reducciones.
La industria obviamente se queja de que esto les pone las cosas muy difíciles, que comprometerá su rentabilidad e incluso que un cambio tan rápido podrá tener consecuencias más graves para el empleo, puesto que todo lo que se mueve en torno al motor térmico, tenderá a desaparecer más rápidamente y muchos no tendrán tiempo a reciclarse o adaptarse. En este sentido, la UE, propone que estas multas que se impongan a los fabricantes que no cumplan los límites, vayan a pagar la formación que facilite la adaptación de los trabajadores afectados al nuevo escenario.
En cualquier caso, ahora son los países los que han de reunirse y ver cómo se llevará esto a cabo y fijar la norma definitiva que intentará ajustarse a los valores votados por el Parlamento Europeo, lo que se estima podría ocurrir a principios del año próximo. En principio, parece que hay una mayoría proclive a aceptar el acuerdo del parlamento, aunque quedan aún por ver los juegos políticos y sobre todo, será clave Austria que será quien ostente la presidencia de turno de la Unión Europea ese semestre.
Esta votación se produjo ayer y tuvo como resultado, que si bien no se va a llegar al máximo más ambicioso planteado, tampoco se va a quedar cerca de las tesis más conservadoras pretendidas por la industria.
Definitivamente, los fabricantes en 2030, tendrán que haber reducido sus emisiones de CO2 en un 40% respecto a las declaradas en el año 2021, marcándose un punto intermedio para el año 2025 del 30% de reducción. Queda por tanto, más cerca del 45% que pretendía el bloque ecologista del parlamento, que del 30% deseado por la industria del motor, fundamentalmente defendido por Alemania cuyos fabricantes serán los que se verán más afectados por estas normas, al tener los coches más contaminantes del mercado.
Al mismo tiempo, se ha aprobado que en 2025 el 20% de los modelos ofertados por las marcas, han de emitir menos de 50 gramos de CO2 y en 2030 este porcentaje ha de ser del 30%. Recuerdo, que se trata de reducir el porcentaje de emisiones medias que para 2021 de 95 gramos. Es decir, que para 2030 las emisiones medias deberán estar por debajo de los 57 gramos de CO2, por lo que podrá seguir habiendo coches térmicos, pero las marcas tendrán que tener coches eléctricos e híbridos enchufables para que las emisiones queden por debajo de ese valor. Habrá un tope de emisiones y multas para los que no cumplan, imagino que como ahora que hay que pagar por cada gramo de exceso multiplicado por el número de coches vendidos.
Os recuerdo cómo va el tema en general. A partir de 2021 cada gramo que de media, exceda cada grupo industrial, estará sancionado con 95 € y multiplicado por el número de coches que hayan vendido en Europa. Imaginemos un grupo con 1 millon de ventas que emita 105 gramos, pues pagará 10 gramos de exceso x 95 € x 1.000.000 = 950.000.000 €.
Hay modificadores, que irán cambiando año a año hasta desaparecer, por los que fundamente la presencia de híbridos enchufables y sobre todo eléctricos, tendrán más peso. Por ejemplo 5 vehículos de los cuales 1 es eléctrico, se contará la media de 4 térmicos + 1 eléctrico + 1 bonus, es decir la media se dividirá entre 6, no entre 5 resultando más favorable.
Estas medidas afectan también a los industriales ligeros, aunque contarán con unas emisiones más altas de base, de 147 gramos en 2021 para a partir de ahí, tener que cumplir las mismas reducciones.
La industria obviamente se queja de que esto les pone las cosas muy difíciles, que comprometerá su rentabilidad e incluso que un cambio tan rápido podrá tener consecuencias más graves para el empleo, puesto que todo lo que se mueve en torno al motor térmico, tenderá a desaparecer más rápidamente y muchos no tendrán tiempo a reciclarse o adaptarse. En este sentido, la UE, propone que estas multas que se impongan a los fabricantes que no cumplan los límites, vayan a pagar la formación que facilite la adaptación de los trabajadores afectados al nuevo escenario.
En cualquier caso, ahora son los países los que han de reunirse y ver cómo se llevará esto a cabo y fijar la norma definitiva que intentará ajustarse a los valores votados por el Parlamento Europeo, lo que se estima podría ocurrir a principios del año próximo. En principio, parece que hay una mayoría proclive a aceptar el acuerdo del parlamento, aunque quedan aún por ver los juegos políticos y sobre todo, será clave Austria que será quien ostente la presidencia de turno de la Unión Europea ese semestre.
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