[DILINGER]

A mí lo que me interesa del asunto, es imaginar cómo empezó todo. Pensemos en ese grupo de chavales de 15 años, cargados de hormonas hasta las trancas, en una sociedad que no sólo no tolera las relaciones sexuales fuera del matrimonio, sino que culpabiliza y reprime la pulsión sexual, sin ningún tipo de educación que les ayude a interpretar lo que les pasa, tal vez reunidos pasando el rato y hablando obviamente, de sexo. Y en esta situación, donde tal vez unos y otros contasen lo buena que estaba esta o la otra, las ganas que tenían de follar.... uno lanza la propuesta. ¿Y si nos follamos un animal?.

Y seguro que al principio, todos se reirían y lo tomarían a broma, pero alguno seguro que empezó a apoyarla con cierta seriedad y entonces algo empezó a rondar por la mente de todos. La mayoría seguramente lo rechazarían, pero los más débiles, influenciables o más cachondos, empezaron a ver cada vez la idea con menos prejuicios. Tal vez el pequeño grupo de instigadores, convencieron a los demás comentando que es algo "que siempre habían hecho los hombres que vivían largas temporadas pastoreando", casi hasta natural, que podía servir para entrenarse y por supuesto, que si lo hacían lo hacían todos, porque estas cosas requieren de un pacto de silencio perpetuo que sólo la implicación directa podría garantizar. Y por supuesto, sin consecuencias. Total, que con estas, manipulando la realidad de un acto reprobable para hacerlo parecer casi normal, empiezan a pensar en la víctima, posiblemente barajarían más animales, pero es muy probable que las ovejas estuvieran más controladas por explotarse la leche. Caballos y vacas no hay, un perro resulta peligroso y además igual "no nos cabe" apuntó alguno a lo que los demás asintieron dándole la razón... por lo que tras el descarte, quedó solamente la pobre burra, que pastaba sola fuera del control humano dado su carácter. No era el animal más atractivo, pero habían tomado una decisión y debía de hacerse. A ver quién se echaba ahora atrás.

Y con esas, imagino que de noche, mientras unos vigilaban, fueron pasando uno a uno por el trance. El primero seguramente sería alguno de los instigadores, más convencido y posiblemente hasta con ganas, luego fue llegando el turno de los que se dejaron arrastrar, a regañadientes y al final, los más indecisos, me figuro que con alguna bronca y amenazas por el miedo de que si alguien no lo hacía les traicionase, se sumaron a la lista de follaburras.

Yo es que pienso en esto, contado en una película y me parto de risa.