"El aumento de las preferencias por los SUV, compromete la reducción de emisiones del mercado automovilístico".
Esta es una de las declaraciones que aparecen en el documento de la IEA World Energy Outlook 2019 que será publicado el mes que viene.
Por un lado, tenemos que los 20 principales fabricantes mundiales, anuncian globalmente más de 350 nuevos vehículos eléctricos de aquí a 2025, principalmente coches medios y pequeños. Se espera por tanto, un gran incremento de las ventas y las estimaciones dicen que pasaremos de 2 millones de eléctricos en 2018 a los 20 millones en 2030 con los consiguientes beneficios en ahorro de petróleo y reducción de emisiones.
Por otro lado, el mercado de vehículos convencionales muestra síntomas de fatiga y las ventas caen un 2% anual en 2018 y siguen la tendencia en 2019 fundamentalmente por la caída de China y de India de un 14 y 10% respectivamente, a la vez que la economía mundial también se ralentiza.
Todo esto estaba generando un discurso de que tal vez estemos a punto de alcanzar un pico de demanda de combustibles para automóviles y por tanto, de las emisiones de CO2. Así, teniendo en cuenta que casi la cuarta parte de todo el petróleo lo consumen los coches, parece que uno de los pilares de la era del petróleo se estaba debilitando. Cada vez se venderán menos coches térmicos que además serán coches que consumirán menos.
Sin embargo en los últimos años ha aparecido un elemento que puede cambiar esta idea y ese elemento son los SUV y su menor eficiencia en el gasto del combustible al ser vehículos más grandes y pesados.
La irrupción de los SUV ha sido enorme y ha tenido un impacto muy grande en muchos aspectos. Hemos pasado de 35 millones de SUV en 2010 a 200 millones en 2018. Hoy el 40% de todos los coches que se venden en el mundo, son SUV. Y la tendencia va en aumento con los EEUU a la cabeza donde casi la mitad de los coches que se venden son SUV. En Europa es 1/3. Además es un fenómeno global, pasa lo mismo en todo el mundo hasta el hecho de que el crecimiento económico de India o Africa, que curiosamente va unido a una mayor cantidad de personas viviendo en las ciudades, va aparejado a una mayor demanda de vehículos más estatutarios y caros y los SUV son los preferidos.
Y el impacto no ha tardado en dejarse notar. Las emisiones de CO2 provocadas por los SUV, han aumentado de 0,15 Gigatoneladas de CO2 en 2010, a 0,7 Gt en 2018. Los SUV son el segundo emisor de CO2 del mundo que más aumentó sus emisiones tras el sector energético y por delante de las industrias pesadas (metalurgia, aluminio, papel, cemento...), el transporte por carretera, la aviación y el transporte marítimo.
Por contra, los turismos han bajado las emisiones, claro que también hay que contar con que se venden menos.
Pero el hecho es que un SUV consume un 25% más que un turismo medio, lo que ha llevado a empeorar la economía vinculada al petróleo pese que se ha mejorado la eficiencia. Se cree que esta eficiencia habría ahorrado unos 2 millones de barriles de petróleo diarios, que junto a los 100.000 que ahorró el coche eléctrico, no han podido compensar los 3.3 millones de barriles de más que han demandado los SUV por su mayor apetito, todo el aumento de producción de crudo para combustible de automóviles, ha ido a llenar depósitos de SUVs. ¿Y si hubieran sido todo coches normales?. Pues nos habríamos ahorrado, medio millón de barriles diarios de todas formas.
De seguir a este ritmo y si los consumidores siguen demandando SUVs a un ritmo similar al observado en la última década, añadirían casi 2 millones de barriles por día a la demanda mundial de petróleo para 2040, compensando el petróleo que ahorrarían casi 150 millones de autos eléctricos.
Con este informe la IEA pretende centrar el debate energético en un aspecto poco valorado, analiza la tendencia del mercado del automóvil y trata de aportar datos e información para que luego se tomen decisiones desde la política.
Así que ojo a navegantes, que últimamente hay muchas noticias sobre las desventajas de los SUV que afectan al resto de la sociedad y a diferentes niveles y ya se oyen voces que plantean gravar este tipo de vehículo por sus mayores perjuicios para la sociedad.
pd: He actualizado un dato que a su vez, han publicado hoy. Los 3,3 millones de barriles de más, son por los SUV, pero si no compras un SUV compras otro coche. Así que en relación a comprar SUV frente a un coche normal, el ahorro es de medio millón de barriles diarios.
Esta es una de las declaraciones que aparecen en el documento de la IEA World Energy Outlook 2019 que será publicado el mes que viene.
Por un lado, tenemos que los 20 principales fabricantes mundiales, anuncian globalmente más de 350 nuevos vehículos eléctricos de aquí a 2025, principalmente coches medios y pequeños. Se espera por tanto, un gran incremento de las ventas y las estimaciones dicen que pasaremos de 2 millones de eléctricos en 2018 a los 20 millones en 2030 con los consiguientes beneficios en ahorro de petróleo y reducción de emisiones.
Por otro lado, el mercado de vehículos convencionales muestra síntomas de fatiga y las ventas caen un 2% anual en 2018 y siguen la tendencia en 2019 fundamentalmente por la caída de China y de India de un 14 y 10% respectivamente, a la vez que la economía mundial también se ralentiza.
Todo esto estaba generando un discurso de que tal vez estemos a punto de alcanzar un pico de demanda de combustibles para automóviles y por tanto, de las emisiones de CO2. Así, teniendo en cuenta que casi la cuarta parte de todo el petróleo lo consumen los coches, parece que uno de los pilares de la era del petróleo se estaba debilitando. Cada vez se venderán menos coches térmicos que además serán coches que consumirán menos.
Sin embargo en los últimos años ha aparecido un elemento que puede cambiar esta idea y ese elemento son los SUV y su menor eficiencia en el gasto del combustible al ser vehículos más grandes y pesados.
La irrupción de los SUV ha sido enorme y ha tenido un impacto muy grande en muchos aspectos. Hemos pasado de 35 millones de SUV en 2010 a 200 millones en 2018. Hoy el 40% de todos los coches que se venden en el mundo, son SUV. Y la tendencia va en aumento con los EEUU a la cabeza donde casi la mitad de los coches que se venden son SUV. En Europa es 1/3. Además es un fenómeno global, pasa lo mismo en todo el mundo hasta el hecho de que el crecimiento económico de India o Africa, que curiosamente va unido a una mayor cantidad de personas viviendo en las ciudades, va aparejado a una mayor demanda de vehículos más estatutarios y caros y los SUV son los preferidos.
Y el impacto no ha tardado en dejarse notar. Las emisiones de CO2 provocadas por los SUV, han aumentado de 0,15 Gigatoneladas de CO2 en 2010, a 0,7 Gt en 2018. Los SUV son el segundo emisor de CO2 del mundo que más aumentó sus emisiones tras el sector energético y por delante de las industrias pesadas (metalurgia, aluminio, papel, cemento...), el transporte por carretera, la aviación y el transporte marítimo.
Por contra, los turismos han bajado las emisiones, claro que también hay que contar con que se venden menos.
Pero el hecho es que un SUV consume un 25% más que un turismo medio, lo que ha llevado a empeorar la economía vinculada al petróleo pese que se ha mejorado la eficiencia. Se cree que esta eficiencia habría ahorrado unos 2 millones de barriles de petróleo diarios, que junto a los 100.000 que ahorró el coche eléctrico, no han podido compensar los 3.3 millones de barriles de más que han demandado los SUV por su mayor apetito, todo el aumento de producción de crudo para combustible de automóviles, ha ido a llenar depósitos de SUVs. ¿Y si hubieran sido todo coches normales?. Pues nos habríamos ahorrado, medio millón de barriles diarios de todas formas.
De seguir a este ritmo y si los consumidores siguen demandando SUVs a un ritmo similar al observado en la última década, añadirían casi 2 millones de barriles por día a la demanda mundial de petróleo para 2040, compensando el petróleo que ahorrarían casi 150 millones de autos eléctricos.
Con este informe la IEA pretende centrar el debate energético en un aspecto poco valorado, analiza la tendencia del mercado del automóvil y trata de aportar datos e información para que luego se tomen decisiones desde la política.
Así que ojo a navegantes, que últimamente hay muchas noticias sobre las desventajas de los SUV que afectan al resto de la sociedad y a diferentes niveles y ya se oyen voces que plantean gravar este tipo de vehículo por sus mayores perjuicios para la sociedad.
pd: He actualizado un dato que a su vez, han publicado hoy. Los 3,3 millones de barriles de más, son por los SUV, pero si no compras un SUV compras otro coche. Así que en relación a comprar SUV frente a un coche normal, el ahorro es de medio millón de barriles diarios.
- Lo único que necesitas para freír un huevo es, un Universo -