Según un informe publicado en EEUU, basado en una docena de estudios, los peatones que sufren un atropello, tienen de 2 a 3 veces más posibilidades de fallecer cuando es un SUV el que impacta contra ellos. La consecuencia en datos trágicos es que en EEUU desde 2009 el aumento de muertos en atropellos ha aumentado un 46% y la proliferación de los SUV son el principal causante de ese incremento, al margen de otros factores como los peatones distraídos con sus teléfonos móviles. Y no es ninguna tontería si pensamos que en un país tan grande, todos los datos también lo son. En 2016 murieron 6000 personas atropelladas.
La NHTSA, había ya unido los SUV al desenlace fatal de muchos atropellos, al constatar que 1/3 de los mismos son producidos por SUV, lo que resulta lógico puesto que es el porcentaje de estos vehículos en el parque. Lo que ya sorprende más, es que causan más del 40% de los atropellos mortales, lo que indica que son mucho más letales en caso de impactar contra un peatón.
Otro aspecto dramático del asunto, es que parece ser que muchos funcionarios del gobierno habían notado esta tendencia en los últimos años, pero no se ha hecho nada no ya por evitarlo, sino simplemente por dar publicidad al riesgo que estos vehículos suponen para el resto de usuarios, especialmente los peatones.
La NHTSA ha decidido poner como sucede con Euroncap, una calificación para la seguridad de los peatones, pero se retrasará hasta 2019, contando además con la oposición de algunos fabricantes, supongo que molestos porque sus SUV salgan marcados con la evidencia de su peligrosidad en este aspecto.
Ya sabíamos que los SUV ni frenan, ni giran, ni tienen la estabilidad de un turismo, pero esto es otro punto a favor objetivo, en contra de la proliferación de este tipo de vehículos que se están imponiendo comercialmente en todo el mundo.
Lo único positivo es que la tecnología de la mano de los sistemas de frenada autónoma con detección de peatones, irá paliando este problema.
La NHTSA, había ya unido los SUV al desenlace fatal de muchos atropellos, al constatar que 1/3 de los mismos son producidos por SUV, lo que resulta lógico puesto que es el porcentaje de estos vehículos en el parque. Lo que ya sorprende más, es que causan más del 40% de los atropellos mortales, lo que indica que son mucho más letales en caso de impactar contra un peatón.
Otro aspecto dramático del asunto, es que parece ser que muchos funcionarios del gobierno habían notado esta tendencia en los últimos años, pero no se ha hecho nada no ya por evitarlo, sino simplemente por dar publicidad al riesgo que estos vehículos suponen para el resto de usuarios, especialmente los peatones.
La NHTSA ha decidido poner como sucede con Euroncap, una calificación para la seguridad de los peatones, pero se retrasará hasta 2019, contando además con la oposición de algunos fabricantes, supongo que molestos porque sus SUV salgan marcados con la evidencia de su peligrosidad en este aspecto.
Ya sabíamos que los SUV ni frenan, ni giran, ni tienen la estabilidad de un turismo, pero esto es otro punto a favor objetivo, en contra de la proliferación de este tipo de vehículos que se están imponiendo comercialmente en todo el mundo.
Lo único positivo es que la tecnología de la mano de los sistemas de frenada autónoma con detección de peatones, irá paliando este problema.
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